La Osteoartritis sus síntomas y tratamiento

¿Qué es La Osteoartritis?

La osteoartritis es una condición que hace que las articulaciones se vuelven dolorosas y rígidas. Es el tipo más común de artritis.

La gravedad de los síntomas de la osteoartritis puede variar mucho de una persona a otra, y entre las diferentes articulaciones afectadas. Para algunas personas, los síntomas pueden ser leves y pueden aparecer y desaparecer, mientras que en otras pueden experimentar problemas más graves y continuas.

Casi cualquier articulación puede verse afectada por la artrosis, pero lo más normal es que cause problemas en las rodillas, las caderas y las articulaciones pequeñas de las manos.

El dolor y la rigidez en las articulaciones pueden dar a que la realización de las actividades diarias sean difíciles para algunas personas con la enfermedad.

Cuándo buscar consejo médico

Usted debe consultar a su médico de cabecera si tiene síntomas persistentes de la osteoartritis, para que puedan tratar de identificar la causa.

Para ayudar a determinar si usted tiene osteoartritis, su médico de cabecera le preguntará acerca de sus síntomas y examinará sus articulaciones.

¿Qué causa la osteoartritis?

La osteoartritis se produce cuando hay daño en y alrededor de las articulaciones que el cuerpo no puede reparar por completo.

No está claro exactamente por qué sucede en algunas personas, aunque sus probabilidades de desarrollar la condición pueden ser influenciadas por una serie de factores, tales como su edad y peso.

La osteoartritis se desarrolla en personas mayores de 45 años de edad, aunque las personas más jóvenes también pueden verse afectados.

Se piensa comúnmente que la artrosis es una parte inevitable del proceso de envejecimiento, pero esto no es del todo cierto. Es posible que, de hecho, se puede reducir sus probabilidades de haciendo ejercicios regulares, suaves y mantener un peso saludable.

La gestión de la osteoartritis

La osteoartritis es una enfermedad a largo plazo y no se puede curar, pero no necesariamente vaya a peor con el tiempo ya que a veces puede mejorar poco a poco. Una serie de tratamientos también están disponibles para reducir los síntomas.

Los síntomas leves a veces pueden ser manejados con medidas simples, incluyendo el ejercicio regular, la pérdida de peso si tiene sobrepeso, el uso de calzado adecuado y el uso de dispositivos especiales para reducir la tensión en sus articulaciones durante sus actividades diarias.

Si sus síntomas son más severos, es posible que necesite tratamientos adicionales, tales como analgésicos y un plan estructurado de ejercicio llevado a cabo bajo la supervisión de un fisioterapeuta.

En un pequeño número de casos, en los que los tratamientos anteriores no han ayudado o el daño a las articulaciones son particularmente graves, la cirugía puede llevarse a cabo para reparar, reforzar o sustituir una articulación dañada.

Viviendo con osteoartritis

A medida que la osteoartritis es una enfermedad a largo plazo, es importante obtener el apoyo necesario para ayudar a lidiar con cualquier problema.

Así como el apoyo de su equipo de atención médica, es importante cuidar de su propia salud y bienestar. Esto incluye tomar su medicamento con regularidad y la adopción de un estilo de vida lo más saludable posible.

Algunas personas también pueden encontrar que es útil hablar con su médico de cabecera o con otras personas que viven con la misma condición y hacer preguntas o preocupaciones que desea compartir.

Síntomas de la osteoartritis

Los principales síntomas de la osteoartritis son dolor y rigidez en las articulaciones, que puede hacer que sea difícil mover las articulaciones afectadas y hacer ciertas actividades.

Los síntomas pueden aparecer y desaparecer en los episodios, que pueden estar relacionados con cosas tales como sus niveles de actividad e incluso el clima. En casos más severos, los síntomas pueden ser continuos.

Otros síntomas que usted o su médico puede notar incluyen:

• sensibilidad de las articulaciones
• aumento del dolor y rigidez cuando no se han movido sus articulaciones durante un tiempo
• articulaciones que aparecen un poco más grande o más 'nudosas' de lo habitual
• un sonido o una sensación de roce o chisporroteo en las articulaciones
• rango limitado de movimiento en las articulaciones
• debilidad y atrofia muscular (pérdida de masa muscular)

La artrosis puede afectar a cualquier articulación del cuerpo, pero las zonas más comúnmente afectadas son las rodillas, las caderas y las pequeñas articulaciones de las manos.

La osteoartritis de la rodilla

Si usted tiene osteoartritis en las rodillas, es probable que ambas rodillas se vean afectadas con el tiempo, a menos que haya ocurrido como resultado de una lesión u otra condición que afecta sólo a una rodilla.

En las rodillas puede ser más doloroso cuando se camina, sobre todo al subir o bajar escaleras.

A veces, las rodillas pueden 'dar forma' por debajo de usted o hacer que sea difícil enderezar sus piernas. También puede escuchar un sonido suave y chirriante al mover la articulación afectada.

La artrosis de la cadera

La artrosis en las caderas a menudo causa dificultad para mover las articulaciones de la cadera. Por ejemplo, puede que le resulte difícil ponere los zapatos y calcetines o para entrar y salir de un automóvil.

Usted también podría tener dolor en la ingle o en el exterior de la cadera. Esto a menudo es peor cuando se mueven las articulaciones de la cadera, aunque también puede afectar cuando está descansando o durmiendo.

La osteoartritis de la mano

La osteoartritis en la mano afecta a menudo a tres áreas principales de la mano: la base del dedo pulgar, las articulaciones más cercanas a su alcance y las articulaciones medias de los dedos.

Sus dedos pueden llegar a estár rígidos, dolorosos e inflamados y se pueden desarrollar protuberancias en sus articulaciones. Pero con el tiempo el dolor puede disminuir y eventualmente desaparecer por completo.

Sus dedos pueden doblarse ligeramente hacia los lados en las articulaciones afectadas o pueden desarrollar quistes dolorosos (bultos llenos de líquido) en el dorso de los dedos.

En algunos casos, también puede desarrollar una protuberancia en la base del dedo pulgar donde se une a la muñeca.

Esto puede ser doloroso y puede que le resulte difícil llevar a cabo algunas tareas manuales, tales como escribir, abrir frascos o hacer girar las llaves.